Bhután está situado en la antigua Ruta de la Seda entre el Tíbet, el subcontinente asiático y el sudeste asiático. Es la segunda región menos poblada de la zona.Sus habitantes conocen al país como Druk Yul que significa “la tierra del dragón de truenos”.
A Bhutan se llega por via aérea. Es muy importante saber que Bután no dispone de vuelos domésticos ni trenes, con lo cual el único transporte posible son los vehículos con motor.
A través de sus profundos valles y abruptas montañas, conoceremos su cultura y arquitectura, que poco ha cambiado con el paso del tiempo; pueblos colgados en las montañas y templos recubiertos en madera con puertas y ventanas ornamentadas con motivos religiosos. Visitar del Monasterio de Taktsang, el más importante del país. Visitar los valles de Gangtey y Bumthang . Podremos admirar algunos de los principales picos de los Himalayas: Masagang (7,158m), Tsendagang (6,960m), Terigang (7,060m), Jejegangphugang (7,158 m), Kangphugang (7,170 m ), Zongphugang (7, 060 m y el Gangkar Puensum, el pico más alto en Bután con 7.497 m.
Bhután es un país que protege fuertemente su cultura y tradiciones. Probablemente como pocos en el planeta. Bután es famoso por haber creado La Felicidad Nacional Bruta. Está basado en 4 pilares: el desarrollo sostenible, la preservación y promoción de la cultura y tradiciones locales –en pocos países del mundo se da una importancia tan grande a la cultura local–, conservación del medio ambiente y el buen gobierno.
El viajero que visita Bután se siente por ello un verdadero privilegiado, pues respira un limpísimo aire de montaña con olor a humo de leña e incienso. Se contagia del optimismo y amabilidad de sus gentes, que han conservado orgullosamente su modo de vida, tradiciones y fe religiosa tal y como eran hace algunos siglos.
Bután es un país seguro que se está abriendo progresivamente al turismo. Visitarlo será una experiencia única para los viajeros amantes de los destinos no masificados.