El Tíbet es uno de los destinos favoritos de Asia. Allí el tiempo parece detenerse. Un lugar mágico, espiritual, místico en un marco de extraordinaria belleza como es el Himalaya. Su cultura, sus gentes, su religión, su lengua es impactante para el viajero
La región del Tíbet está situada en la meseta tibetana, al noreste del Himalaya en Asia. El Tíbet es la región más alta de este planeta, su altitud media es de 4.900 m, de hecho es en la región del Tíbet donde se encuentra el monte Everest, de 8.848 m, justo en la frontera con Nepal.
Se puede llegar al Tibet desde Katmandú en avión. Pero también en coche privado o en autobús atravesando la fontera China. Para hacerlo es imprescindible un visado chino y un permiso de entrada al Tibet. Conseguir el visado china no debería suponer mayor problema entregando la documentación correspondiente en la embajada pero el permiso del Tíbet sólo se puede tramitar a través de una agencia de viajes. Eso significa que sólo puedes ir al Tíbet con un tour organizado y un guía, está prohibido ir por libre.
Un país que transmite paz y posee una cultura que prácticamente no ha evolucionado a lo largo de los siglos. Visitar la meca del budismo en Lhasa, la residencia de los sucesivos Dalai Lama y sus templos. Ver a los peregrinos que caminan sin descanso y hasta se acuestan boca abajo en los alrededores del monte Kailash.
Llegar al campamento base del Everest en su cara norte, contemplar algunos de los picos más altos del mundo, lagos que parecen mares interiores, llanuras salpicadas de yaks, tiendas de nómadas y puertos de montaña adornados de banderas de plegaria de colores .Recorrer la mítica Carretera de la Amistad.
Una aventura posible para todos aquellos que quieran conocer estos lugares tan remotos dónde el único requerimiento es tener un fuerte espíritu de aventura y unas condiciones físicas normales. En definitiva, una experiencia inolvidable.